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Latinoamérica: un laboratorio biotecnológico y campeón mundial en transgénicos y edición genética

trigo transgénico

Crédito: ArgenBio

A pesar de los efectos causados por la pandemia de la COVID-19 y la amenaza internacional al suministro de alimentos causada por la guerra entre Rusia y Ucrania, la I+D y desregulación de nuevos cultivos transgénicos y editados siguió a paso constante en Latinoamérica durante 2022. La consolidación de «transgénicos locales para problemas locales» (con un rol importante de las instituciones públicas y estatales) y el avance en bloque de varios países para dar «luz verde» a los nuevos cultivos mejorados con edición del genoma, constituyen la parte central de los hitos regionales relatados en este reportaje de Daniel Norero, bioemprendedor y Fellow de la Alliance for Science del Boyce Thompson Institute (BTI).

BTI Alliance for Science / 10 de febrero, 2023.- Desde que comenzó la liberación comercial de cultivos transgénicos a mediados de la década de 1990, Latinoamérica ha sido una región clave en el sector.

Aparte de su protagonismo en el fútbol mundial, Brasil y Argentina siguen consolidando su posición como segundo y tercer productor mundial detransgénicos, respectivamente. Paraguay, Uruguay y Bolivia son importantes productores de soja transgénica, y Chile mantiene su posición como principal semillero de contraestación de cultivos transgénicis en el hemisferio sur.

Siete países de la región, que incluyen a Argentina, Chile, Brasil, Paraguay, Colombia, Honduras y Guatemala, también lideran el avance de normativas que permiten la liberación comercial de cultivos editados genéticamente (al diferenciarlos de los cultivos transgénicos). Es probable que Uruguay se sume pronto.

A pesar de los retrasos causados por la pandemia de la Covid-19, y la amenaza internacional al suministro de alimentos causada por la guerra entre Rusia y Ucrania, la investigación y liberación de OGMs y cultivos editados genéticamente en América Latina continuó de manera constante.

Estos son los principales hitos en la región durante 2022:

Argentina y el primer trigo transgénico del mundo

No sólo se coronaron campeones en la Copa Mundial de la FIFA en Qatar, sino que Argentina también ganó la compleja carrera por introducir en el mercado el primer trigo transgénico, tras los intentos fallidos anteriores en Estados Unidos.

El trigo transgénico HB4, tolerante sequía, llegó finalmente a los campos argentinos después de que Brasil aprobara la importación de harina HB4 a finales de 2021. Este era el requisito cuando Argentina aprobó condicionalmente el trigo HB4 en 2020.

Si bien este desarrollo -nacido en el sector público argentino y llevado al mercado por una empresa local, Bioceres- parecía tener vía libre tras la aprobación brasileña, no fue fácil ya que algunas uniones de exportadores y productores se quejaron por una posible pérdida de mercados.

Ante estas preocupaciones, Bioceres explicó que ha controlado las políticas de venta y las normas de trazabilidad y bioseguridad, con sus primeros 250 clientes produciendo HB4 en el campo.

Por otro lado, el escenario internacional jugó a favor del trigo HB4 con aprobaciones de consumo/importación de Colombia, Estados Unidos, Nigeria, Australia y Nueva Zelanda.

Según el CEO de Bioceres, esperan obtener la aprobación comercial en Australia y Nueva Zelanda este año.

trigo HB4

Un campo con trigo HB4 en Argentina. [Crédito: a24.com]

La soja HB4, también de Bioceres, obtuvo la aprobación comercial en China -el principal importador mundial de soja-, país que se sumó a Estados Unidos, Brasil, Paraguay y Canadá que ya habían aprobado este cultivo transgénico.

Otro cultivo que sigue avanzando en la patria de Lionel Messi es una papa editada genéticamente por un equipo de investigadores del sector público del INTA y el CONICET. Posee un rasgo que evita el pardeamiento/oxidación y la pérdida de alimentos asociada al descarte de esta condición.

Esta papa transgénica ya se encuentra en su segundo ensayo a campo, tal como lo solicitó el INASE, e ingresará al registro varietal luego de completar tercer ensayo a campo.

La Dra. Cecilia Décima, una de las investigadoras líderes de este proyecto, menciona un dato notable que corresponde al tiempo de llegada al mercado: unos cinco años desde su inicio en el laboratorio gracias a CRISPR. Cinco años es menos de la mitad del tiempo que se tardaría con el mejoramiento convencional.

A nivel privado, GDM desarrolló una variedad de soja editada tolerante a la sequía, que logró un hito histórico al recibir «luz verde» para su uso comercial en Argentina y Brasil en 2022.

La misma empresa desarrolló una soja editada baja en ciertos tipos de azúcares indigestos para el ser humano y los animales monogástricos. Esta soja también recibió «luz verde» en enero de 2023.

A nivel de startups, destaca el escalamiento internacional logrado por la startup argentina Bioheuris, que se enfocó en el control de malezas desarrollando una plataforma tecnológica con edición génica CRISPR para el rasgo de tolerancia a herbicidas.

Trabajan en varios cultivos extensivos como soja, maíz, arroz, algodón, alfalfa, sorgo, maní y girasol.

En 2022, fue destacada por StartUs Insights entre las cinco mejores startups agro-tech del mundo, y además, tras cerrar una ronda de inversión de Serie A por 4 millones de dólares, trasladaron sus laboratorios a Estados Unidos.

Brasil está en la vanguardia de los avances locales

El gigante amazónico, segundo después de Estados Unidos en hectáreas de cultivos transgénicos, hizo historia en 2021 al liberar un poroto carioca transgénico resistente al virus del mosaico dorado (léase más sobre esta historia aquí), que puede destruir los campos y no tiene métodos de control convencionales.

Este desarrollo, codirigido por el científico Francisco Aragão de la institución estatal EMBRAPA, está enfocado en los pequeños agricultores brasileños y fue bien recibido por los consumidores.

poroto transgénico

Diversas marcas ya venden el nuevo poroto carioca transgénico de EMBRAPA en Brasil.

En el contexto de la escasez y la subida de precios del trigo y otros cereales debido a la guerra entre Rusia y Ucrania, EMBRAPA también empezó a realizar ensayos de campo para probar el rendimiento agronómico del trigo HB4.

Según encuestas públicas, el consumidor brasileño -ya acostumbrado al sistema local de etiquetado de OGM- mostró un alto índice de aceptación (71%) del consumo de trigo HB4.

Otro cultivo que registró avances positivos es la caña de azúcar transgénica desarrollada por una empresa brasileña, el Centro de Investigación de la Caña de Azúcar (CTC), con el rasgo de resistencia a la plaga del barrenador de la caña.

En 2022, se informó de que los agricultores brasileños casi duplicaron la superficie dedicada a esta caña de azúcar transgénica.

Cuando se trata de edición genética, Brasil no se queda atrás. La Comisión Técnica Nacional de Bioseguridad (CTNBio) desreguló dos cultivos de EMBRAPA: Cana Flex I y Cana Flex II, que son variedades editadas -libres de transgenes- que presentan mayor digestibilidad de la pared celular y mayor concentración de sacarosa en los tejidos vegetales, respectivamente.

También se desreguló una soja editada genéticamente en la que se silenció un factor antinutricional, lo que facilita su digestión en humanos y animales.

EMBRAPA cuenta con una amplio portafolio de cultivos -como soja, maíz y trigo- que están siendo mejorados con CRISPR, destacando los rasgos de eliminación de compuestos antinutricionales, mejor calidad del aceite y tolerancia a la sequía.

Chile: De semillero mundial de transgénicos a la innovación con CRISPR

Enclaustrado entre barreras geográficas que le permiten contar con condiciones fitosanitarias y climáticas ideales para la producción de semillas, Chile se ha consolidado entre los cinco principales exportadores mundiales de semillas, y el principal productor de semillas transgénicas del hemisferio sur.

También se ha especializado como proveedor de servicios de investigación y desarrollo en cultivos transgénicos. Casi todos los cultivos transgénicos comerciales del mundo se estudiaron en algún momento en ensayos de campo en Chile.

El país vive en una eterna contradicción regulatoria, ya que permite hacer casi todo con transgénicos. Esto incluye la multiplicación de semillas para la exportación, los ensayos de campo, la investigación y el desarrollo, y la importación de granos y alimentos transgénicos.

Sin embargo, aún mantiene «vacíos legales» que no permiten el uso comercial por parte de los agricultores locales, situación que continuará tras el pronunciamiento del Ministro de Agricultura de que el nuevo gobierno no avanzará con OGMs.

Esto significa que, lamentablemente, desarrollos destacados como un maíz altamente tolerante a la sequía, o portainjertos de cítricos que crecen en suelos desérticos y salinos -desarrollados por universidades chilenas- no llegarán al campo para ayudar a los agricultores a enfrentar los severos desafíos climáticos y de sequía.

La situación de los cultivos editados genéticamente es diferente y vive un momento fructífero facilitado tras ser el segundo país del mundo -después de Argentina- en establecer durante 2017 una normativa (un proceso rápido de consulta al SAG) que permite la liberación a campo de cultivos editados que no llevan el transgén en el producto final.

Una de las iniciativas más destacadas es el Proyecto PASSA, llevado a cabo por la Universidad de Chile, la Universidad Arturo Prat y la institución estatal INIA, que está desarrollando portainjertos de kiwi y tomate que crecen en suelos salinos con poca agua.

El proyecto experimentó ciertos retrasos debido a la pandemia.

Pero la Dra. Claudia Stange, directora del proyecto, dijo que están en la fase de cultivo in vitro y que la edición genética fue exitosa en ambos casos.

Claudia Stange

Dra. Claudia Stange con plantas de tomate del Proyecto PASSA. Foto: Cortesía de Dra. Claudia Stange.

La Dra. Stange también está dirigiendo el desarrollo de una «manzana dorada«, rica en betacaroteno y que no se oxida al cortarla gracias a la edición con CRISPR; desarrollo ejecutado en la Universidad de Chile en colaboración con el Consorcio Biofrutales.

Dijo que han seleccionado plantas transgénicas sin transgenes y ya las han injertado, y que se llevarán al campo este año.

Debido a la importancia de la industria frutícola de exportación de Chile, y a la búsqueda de nuevas variedades y genética nacional para enfrentar los desafíos climáticos y de postcosecha, otros proyectos en esta área incluyen la reciente patente «Todo Uva» otorgada al INIA y al Consorcio Biofrutales.

El proyecto generará líneas editadas genéticamente de uva de mesa, y posiblemente de otras especies frutales relacionadas.

La conocida Viña Concha y Toro también está trabajando con el INIA en una plataforma de expansión celular como primer paso para desarrollar clones editados genéticamente de variedades de uva seleccionadas.

En el sur del país, la startup Neocrop Technologies desarrolló una plataforma de mejoramiento en tiempo récord, aplicando CRISPR y otras tecnologías de precisión, que busca reducir el registro/liberación de nuevas variedades de 10 a 12 años a sólo 4 o 5 años.

Esta plataforma les hizo ganadores en una categoría de los Premios Nacionales de Innovación (Avonni) del Ministerio de Ciencia y Tecnología de Chile en 2022.

En asociación con una empresa semillera chilena (Campex Baer) y otra argentina (Buck Semillas), están desarrollando un trigo comercial con 10 veces más fibra, cultivo que avanzaría a ensaos de campo este año.

Neocrop Technologies

Trigo transformado con CRISPR para aumentar el contenido de fibra, creciendo en cámaras de speed breeding. La startup cosecha este cultivo cada dos meses en este sistema, obteniendo seis generaciones en un año. [Imagen: Cortesía de Neocrop Technologies]

Consultado sobre las evaluaciones de cultivos editados, el director ejecutivo de ChileBio, Dr. Miguel Ángel Sánchez, dijo que «Chile es el país de Latinoamérica con mayor número de evaluaciones positivas para la liberación a campo de plantas editadas genéticamente.»

Afirmó que hasta noviembre de 2022, «Chile autorizó 17 productos editados, Argentina 14 productos editados y Brasil 5 productos editados».

El Dr. Sánchez agregó que en el caso chileno, los productos aprobados incluyen canola, soja, camelina, maíz y tabaco, y los rasgos mejorados son diversos: mejor rendimiento, composición del aceite más saludable, calidad, hábito de crecimiento y resistencia a enfermedades.

Cuba: Rompiendo la narrativa de las «multinacionales

Uno de los mitos que aún se reciclan sobre los transgénicos es que esta tecnología está «monopolizada por grandes empresas» de «países capitalistas».

La experiencia cubana destruye elegantemente esta retórica (para mayor información revisar este reportaje).

Aunque la isla lleva décadas bajo un régimen socialista represivo, Cuba ha visto en la biotecnología una importante herramienta de desarrollo para sus agricultores y su seguridad alimentaria.

En los años ochenta, Fidel Castro empezó a gestionar un polo biotecnológico en la isla, liderado por el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología de La Habana (CIGB) en el caso de la investigación vegetal y animal.

Durante la década pasada, comenzó a escalar cosechas piloto cada vez más grandes de maíz Bt y soja RR del CIGB y en 2021 se creó la Comisión Nacional para el Uso de OGMs.

Todo ello se llevó a cabo para facilitar al pequeño agricultor cubano la adopción conjunta de la agroecología y los cultivos transgénicos, y también para reducir los enormes costes de las importaciones de alimentos.

En un webinar organizado en agosto por ChileBio, el Dr. Mario Pablo Estrada, Director de Investigación Agrícola del CIGB, declaró que esperan tener entre 50 y 100 mil hectáreas de maíz Bt y soja RR desarrollados localmente para 2024.

Dijo que está trabajando con EMBRAPA (Brasil) para aplicar la edición genética en poroto y reveló que inaugurarán una empresa estatal dedicada a la multiplicación de semillas transgénicas para los agricultores cubanos.

Machado Ventura

Machado Ventura, fundador del Partido Comunista de Cuba, revisa la cosecha de maíz híbrido transgénico en los ensayos de Sancti Spíritus. [Crédito: José Luis Camellón/Prensa Latina]

Agricultores bolivianos exigen nuevos transgénicos… otra vez

Hay dos historias que se repiten todos los años en el país andino: gremios y agricultores exigiendo al gobierno la autorización comercial de nuevos cultivos transgénicos, y el uso ilegal de maíz Bt y soja RR no aprobada.

El año pasado no fue una excepción, ya que las comunidades y los gremios de agricultores querían que se aprobaran nuevos eventos de soja y transgénicos tolerantes a sequía.

Actualmente, Bolivia cosecha una soja RR bastante antigua en más de 1,8 millones de hectáreas al año.

Ante la falta de aprobación de nuevos cultivos transgénicos, muchos agricultores siembran grano transgénico importado, utilizado para la alimentación animal, desde los países vecinos, a riesgo de sanciones y multas.

Probablemente el único avance fue la aprobación de bioseguridad de la soja HB4 tolerante a la sequía para ensayos de campo, algo que provocó las quejas de los activistas.

Los estudios reafirman la coexistencia y los beneficios

Algunos estudios regionales, entre ellos uno elaborado por científicos chilenos, indican que la industria semillera en Chile ha tenido éxito en la aplicación voluntaria de una estricta estrategia de coexistencia entre distintas variedades de semillas pertenecientes a la misma especie, tanto transgénicas como no-transgénicas, basándose en la georreferenciación y la comunicación entre agricultores.

Otro estudio elaborado por el Instituto de Biotecnología Agropecuaria de Paraguay (INBIO), en colaboración con la Bolsa de Cereales de Argentina y la Fundación Instituto de Negociaciones Agrícolas Internacionales (INAI), demostró que Paraguay se ha beneficiado enormemente tras 25 años de adopción comercial de OGMs.

Algunos de los beneficios son la reducción de la emisión de carbono y su mayor acumulación en suelo, un menor uso y toxicidad de los productos fitosanitarios aplicados, además de una mayor producción de cultivos por hectárea.

Los intentos de prohibir los transgénicos fracasan en México y Colombia

Aparte de las buenas noticias, también hay que fijarse en las negativas.

En Colombia hubo polémica con el tercer intento de presentar un proyecto de acto legislativo en la Cámara de Representantes, para modificar el artículo 81 de la Constitución para «prohibir el ingreso, producción, comercialización, exportación y liberación de semillas genéticamente modificadas».

El proyecto fracasó tras ser criticado por agricultores y académicos, ya que habría causado daños ambientales y socioeconómicos a un país que cultiva maíz Bt y algodón transgénico y cuenta con varios desarrollos locales en universidades e instituciones públicas.

México ha tenido problemas más graves. En los últimos años no new cotton or soybean events cultivo de algodón o soja, lo que ha provocado pérdidas de rendimiento.

El año pasado, el presidente Andrés Manuel López Obrador decretó la prohibición no sólo de la comercialización de maíz transgénico, sino también de su importación, una medida que incluso viola las condiciones del Tratado T-MEC con Estados Unidos y Canadá.

Esta medida es sorprendente ya que México no es autosuficiente en este cultivo básico y debe importar tres cuartas partes de sus necesidades, siendo Estados Unidos su principal proveedor (y prácticamente todo el maíz estadounidense es transgénico).

Antes de esta decisión, ya había reportes sobre los daños que causaría, como encarecer las tortillas de maíz, aumentar la inseguridad alimentaria, causar pérdida de empleos y, en general, afectar a los ganaderos.

La buena noticia, por el momento (fines de diciembre de 2022), es que Andrés Manuel López Obrador y el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, llegaron a un acuerdo y se suspendió la prohibición hasta 2025.

Pura vida en Qatar

Piña rosada

Piña «Pinkglow»® [Crédito: pinkglowpineapple.com]

En 2020, por primera vez, salió a la venta en Estados Unidos una particular piña rosada. Esta fruta transgénica fue desarrollada en Costa Rica por la empresa Del Monte para su exclusiva exportación.

Aplicó ingeniería genética para aumentar un antioxidante saludable con potenciales propiedades anticancerígenas -el licopeno-, generando así su color rosado y mayor dulzor.

A propósito del Mundial, Costa Rica comenzó a exportar esta piña a Catar en 2021, aumentando sus envíos mensuales a 361 piñas en 2022, a un precio aproximado de 35 dólares por pieza.

Actualmente, la empresa realiza envíos a Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita, Estados Unidos, Canadá y Hong Kong.

 

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