Desarrollan melón larga vida a través de edición genética, reduciendo el desperdicio alimentario
En el marco del Día Mundial de la Alimentación, ChileBio ha destacado esta tecnología como una oportunidad que podría revolucionar…
En el marco del Día Mundial de la Alimentación, ChileBio ha destacado esta tecnología como una oportunidad que podría revolucionar…
Investigadores del Boyce Thompson Institute han construido un “super-pangenoma” de la sandía moderna y sus parientes silvestres, descubriendo genes beneficiosos perdidos durante la domesticación que podrían mejorar la resistencia a las enfermedades y la calidad de la fruta de esta importante fruta a nivel global.
Investigadores de la Universidad de Tsukuba (Japón) utilizaron la tecnología de edición de genes con CRISP/Cas9 para desarrollar melones con una vida útil que aumentó en 14 días o incluso más. Dicha tecnología podría reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos y contribuir a la seguridad alimentaria mundial.
Sabemos que estas hortalizas dulces se domesticaron varias veces a lo largo de la historia de la humanidad, pero seguimos sin conocer su origen exacto. Y este no es el único misterio. Investigadores de todo el mundo buscan la manera de lograr variedades de diferentes aromas y tamaños, que soporten condiciones de estrés ambiental.
Antiguamente blanquecinas y amargas, las sandías no siempre fueron las dulces y rojas frutas actuales. Ahora un nuevo estudio sitúa el origen de las actuales características de esta fruta veraniega en el Valle del Nilo, en el Antiguo Egipto.
Un equipo internacional de investigadores ha examinado exhaustivamente los genomas de siete especies silvestres de sandía, creando un recurso que podría ayudar a los fitomejoradores a aumentar la calidad y la capacidad de la fruta doméstica para prosperar en una era de cambio climático.