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Investigadores identifican los genes del brócoli que regulan su frescura

Un equipo de científicos de tres universidades de Estados Unidos ha identificado genes en el brócoli que regulan cómo se degrada el brócoli después de su recolección. Estos conocimientos son clave para ayudar a desarrollar una prueba de frescura rápida y fácil para los productos y ayudar a producir brócoli que se mantenga fresco por más tiempo, evitando un gran desperdicio alimentario.

Fundación Antama / 24 de noviembre, 2021.- Un equipo de científicos en Estados Unidos pertenecientes a la Universidad de Florida, la Universidad Estatal de Kansas y Virginia Tech ha descubierto los genes que ralentizan el marchitamiento y el amarilleo del brócoli cuando se cosecha. Tan pronto como se cosecha una cabeza de brócoli, un reloj interno de frescura comienza una cuenta atrás y la corona verde crujiente pronto se marchita y se pone amarilla.

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“Uno de los objetivos de esta investigación es, en última instancia, desarrollar una prueba rápida que mida el nivel de frescura del producto, según los genes que se expresan”, ha exlicado Tie Liu, autor principal del estudio. Los investigadores dicen que mejorar la frescura de los productos es una pieza para resolver un problema mayor: el desperdicio de alimentos. Sabiendo el nivel de frescura de los productos, los distribuidores podrían  ajustar la forma en que distribuyen los diferentes lotes para que los consumidores siempre obtengan productos de la mayor frescura y calidad posibles.

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Para comprender qué causa esta transformación, los científicos investigaron los genes responsables de los cambios moleculares dentro del brócoli a medida que envejece. Los genes que encontraron los investigadores están involucrados en la senescencia del brócoli. Estos genes se denominan acertadamente SAG, o genes asociados a la senescencia. Si bien se necesita más investigación para comprender mejor los SAG, lo que descubrieron estos científicos sobre el brócoli podría aplicarse a otros cultivos.

“Cuando los productos llegan al centro de distribución de un supermercado no hay una forma objetiva de medir su frescura o cuál será su vida útil. Las personas solo pueden juzgar por su aspecto. El brócoli puede verse muy bien un día y echarse a perder al siguiente”, explicó Jeff Brecht, uno de los coautores del estudio.

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