Mientras Chile enfrenta una de las peores sequías de su historia, pueden ser clave algunos cultivos desarrollados con edición genética en el laboratorio de la Dra. Stange. Plántulas de tomate y kiwi editadas con CRISPR para tolerar condiciones de sequía y salinidad crecen en paralelo a manzanas que han sido editadas para una mayor nutrición y no oxidarse tras ser cortadas. ¿Podrá Chile ser un ejemplo mundial en la adopción de esta nueva tecnología?