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Papa genéticamente modificada para reducir inseguridad alimentaria en Asia

Investigadores de la Universidad de Minnesota están trabajando con un equipo de expertos de los Estados Unidos, Indonesia y Bangladesh para hacer una papa genéticamente modificada resistente a una fatal plaga con la esperanza de aumentar la seguridad alimentaria en países en desarrollo de Asia.

El equipo está creando una papa genéticamente modificada para combatir la enfermedad causada por el hongo del tizón tardío, patógeno que produjo la hambruna irlandesa de la papa en el siglo XIX. La enfermedad sigue siendo un problema para los agricultores en todo el mundo, especialmente en Bangladesh, donde muchos luchan contra el hambre.

«El tizón tardío es la principal limitación para la producción de papa, y Bangladesh tiene un ambiente perfecto para esta enfermedad», dijo Jim Bradeen, codirector del Centro Stakman-Borlaug de la Universidad y asesor científico del proyecto.

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La Asociación Feed the Future de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, liderada por la Universidad Estatal de Michigan, es una colaboración entre varias universidades, incluida la Universidad de Minnesota y la Universidad de Idaho, junto con el Instituto de Investigación Agrícola de Bangladesh y la compañia J.R. Simplot Company.

Los investigadores están trabajando para implementar una resistencia duradera a las enfermedades en las papas utilizando tres genes resistentes a las enfermedades, dijo Bradeen. Dado que el patógeno que causa la enfermedad del tizón tardío puede evolucionar y volverse resistente a los genes diseñados para proteger el cultivo, los investigadores esperan que el uso de tres genes sea una defensa adecuada.

Esperan introducir la papa en Bangladesh en los próximos seis meses a un año, dijo Bradeen.

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Los investigadores esperan que el proyecto de cinco años termine en 2020, pero también esperan continuar el proyecto después, si se renueva su financiamiento, dijo la investigadora principal Karen Hokanson, especialista senior de proyectos en el Departamento de Ciencias Hortícolas de la Universidad.

La seguridad alimentaria es un problema en Bangladesh, uno de los países más pobres del mundo. La nación también carece de infraestructura para combatir las enfermedades de los cultivos, dijo Hokanson.

Bangladesh ya aprobó un organismo genéticamente modificado (OGM) para mejorar el rendimiento de los cultivos: una berenjena genéticamente modificada resistente a los insectos. Los agricultores en países en desarrollo como Bangladesh a menudo no tienen la información o el dinero para manejar los insectos y las enfermedades, dijo Hokanson. Esto puede llevar a un uso excesivo de fungicidas químicos e insecticidas, que es dañino para los cultivos, las personas y el medio ambiente. Los cultivos genéticamente modificados ofrecen una alternativa segura, dijo.

«Esta es una oportunidad para crear una forma sostenible de controlar el tizón tardío y la seguridad alimentaria», dijo Hokanson.

Mientras que los transgénicos son muy debatidos en los Estados Unidos y Europa, Bangladesh ha adoptado la tecnología GM, dijo Bradeen. Sin embargo, los OGMs deben cumplir con muchas regulaciones gubernamentales, lo que puede ser difícil para los desarrolladores de cultivos.

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La función principal de la Universidad en este proyecto es ayudar a garantizar que los cultivos genéticamente modificados se evalúen adecuadamente en cuanto a la seguridad, de acuerdo con los requisitos reglamentarios. Hokanson trabaja con el gobierno de Bangladesh para garantizar que la papa sea segura, rigurosamente testeada y aprobada.

A menudo, las grandes empresas que fabrican OGMs no están interesadas en crear cultivos transgénicos como la papa, el plátano y la mandioca, que son fuentes de alimentos básicos en los países en desarrollo, dijo Hokanson. Sin embargo, los programas e instituciones públicas están más motivados para abordar estos problemas cuando ocurren fuera de los EE. UU., afirmó.

A menudo hay muchos conceptos erróneos sobre los OGMs, dijo el investigador principal David Douches de la Universidad Estatal de Michigan. Algunas personas piensan que los OGMs son inseguros, pero se testean exhaustivamente para probar su seguridad, dijo. Los OGMs en cultivos como las papas pueden reducir la desnutrición y la inanición en los países en desarrollo, indicó.

Los OGMs son una herramienta que los investigadores pueden usar para brindar oportunidades a los científicos para ayudar a resolver enfermedades devastadoras que afectan los sistemas alimentarios, dijo Hokanson. Mediante el uso de un OGM, los investigadores pueden crear una papa resistente a la enfermedad del tizón tardío que permita a los agricultores utilizar menos productos químicos en sus cultivos. Esto también impulsará la economía de Bangladesh y mejorará la salud humana en general, dijo Hokanson.

«Esta tecnología es muy segura y tiene un buen propósito», dijo Douches.

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