Sequía en el hemisferio norte empuja año récord para las semillas transgénicas en Chile

El negocio de las semillas transgénicas en Chile está viviendo una época especial. Nuestro país es uno de los proveedores más importantes del mundo de este producto y este último año se ha visto beneficiado por la compleja situación climática del hemisferio norte, especialmente de Estados Unidos, cuya sequía ha causado pérdidas de productividad de hasta 30%, por lo que ha debido recurrir a Chile para completar la cosecha del próximo año.

Los datos son elocuentes. La extensión de semilleros transgénicos en los campos nacionales, durante la temporada 2011-2012, ya había sido la más alta registrada desde la entrada inicial de semillas genéticamente modificadas en 1996: más de 31 mil hectáreas. Sin embargo, para el período 2012-2013 se proyecta que la cifra sea aún mayor, superando las 40 mil hectáreas.

A esto se sumarían ventas récord la próxima temporada, ya que mientras en el ciclo recién pasado alcanzaron los US$180 millones, según datos de la Anpros -Asociación Nacional de Productores de Semillas-, para la que viene superarán los US$200 millones según expertos y ejecutivos del negocio, otra marca inédita para esta actividad que representa más del 40% del total de la industria semillera.

De acuerdo al director ejecutivo de ChileBio -asociación gremial que agrupa a las empresas desarrolladoras de biotecnología agrícola-, Miguel Angel Sánchez, «hay que recordar que el negocio de la industria semillera en Chile es de contraestación, lo que significa que dependemos de los requerimientos del hemisferio norte», explica, aunque advierte que debido a eso no se espera un crecimiento sostenido de los semilleros, sino que se mantengan en los niveles actuales. «Debería oscilar dentro de los próximos años entre las 30 mil a 45 mil hectáreas», sostiene.

El gerente de la división semillas y nutrición animal de la empresa agrícola Anasac, Felipe Sánchez, insiste en que la diferencia de temporadas entre el hemisferio sur y norte, sin duda que termina privilegiándonos. Afirma que a los países del norte se les permite introducir tecnologías de producción, nuevos eventos transgénicos (es decir, características genéticamente añadidas al vegetal, como la resistencia a un insecto o a un herbicida), razón por la cual ven en Chile la oportunidad para conseguir «producción inmediata y no esperar al año siguiente. Les hace ser más competitivos y optar a más participaciones de mercado». Esto, porque la temporada allá es entre abril y septiembre, mientras que en Chile es entre septiembre y marzo.

Según el director de ChileBio, en el mundo el 99% de los cultivos transgénicos existentes son de maíz, soya, algodón o canola. A su vez, el maíz es el que predomina en la producción de semillas nacional, con cerca de 25 mil hectáreas.

Actualmente una hectárea de semillero transgénico produce cerca de 3.000 kg de semillas de maíz, vendiéndose entre los US$3 y 3,5 por kg, por lo que las ganancias bordean los US$9.500 por hectárea.

Pero la industria quiere ir más allá y ya no sólo centrarse en la producción de la semilla, sino que también buscar producir el vegetal, siempre y cuando se den las condiciones legales para su aprobación, ya que actualmente no existe una normativa legal que regule su plantación. «El maíz tolerante a herbicida sería una posibilidad, pero requiere analizarse y probarlo y ver su integración a las variedades locales», dice el director de ChileBio.

Fuente: Diario La Segunda (http://www.lasegunda.com/movil/detallenoticia.aspx?idnoticia=800150)

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