Asesor científico de la Unión Europea denuncia que el debate de los transgénicos está siendo emocional y no científico.

La nueva asesora científica jefe de la Comisión Europea en asuntos regulatorios, Anne Glove, ha denunciado en una entrevista en el PublicServiceEurope.com que el debate sobre los transgénicos en la Unión Europea se está realizando en base a argumentos emocionales y no a evidencias científicas, algo que está frenando el desarrollo de una tecnología en el marco comunitario. Según explica la científica, “los europeos se muestran recelosos sobre el uso de los cultivos y animales transgénicos, algo que me preocupa especialmente porque no veo ninguna evidencia que sugiera que hay ningún riesgo sustancial asociado a ellos”.

En esta línea, Anne Glove matiza que desde un punto de vista científico no se  puede afirmar que los alimentos transgénicos no tengan ningún riesgo ya que cualquier cosa alimento tiene un riesgo implícito. “Tanto la agricultura convencional, como la ecológica como cualquier otro tipo de agricultura tiene riesgos asociados” para el consumidor, explica, recordando que los Estados Unidos llevan 15 años cultivando y consumiendo transgénicos sin que se haya visto ni un solo efecto negativo de los mismos.

Sobre el supuesto monopolio de las compañías comercializadores esgrimido hasta la saciedad por los grupos ecologistas, Anne Glove recuerda que tenemos un sistema capitalista en el que las compañías trabajan para hacer dinero, lo hacen las compañías energéticas y también lo hacen las agrarias. Además, señala que si son grandes compañías las que invierten en esta área tecnológica es porque a causa de estas fuertes restricciones hacia los transgénicos una empresa pequeña de semillas no puede afrontar los gastos que suponen los trámites legales para lograr la aprobación.

“Me gustaría que hubiera un debate más completo sobre los transgénicos basado en evidencias científicas y no en emociones (…) Necesitamos los cultivos transgénicos cuando estamos abordando retos como el cambio climático o asegurar el suministro alimenticio de la población mundial”, recalca la científica.

Para finalizar, Anne Glove afirma que “Si preguntas en la calle la gente está en contra de los transgénicos, pero si les pregunta sobre sus riesgos se produce un terrible silencio. Muy pocos de los alimentos que hoy comemos son naturales. ¿Es natural una hamburguesa de un sitio de comida rápida? No lo es. La comida preparada y los alimentos procesados no son naturales. La gente acepta esto, pero sobre éstos (los transgénicos) están mal informados porque hay mensajes que refuerzan la idea de que lo que no es natural no es seguro”, algo que la ciencia no respalda.

Fuente: Fundación Antama

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