Filipinas será el primer país en cultivar arroz dorado

Filipinas será el primer país en crecer «arroz dorado», la única variedad de arroz fortificada con vitamina A para fortalecer el sistema inmunológico y combatir la ceguera especialmente en niños.
La deficiencia de vitamina A afecta al 40% de los niños filipinos de edades comprendidas entre seis meses y cinco años, según la Encuesta Nacional de Nutrición 2003 realizada por el Food and Nutrition Research Institute (FNRI). Peor aún, entre una y cinco madres en lactancia también sufren de carencia de vitamina A, lo cual se traduce en un problema para sus hijos. Por su parte, un total de 90 millones de niños en el sudeste de Asia sufren de carencia de vitamina A, el número más alto en el mundo.
Personas con deficiencia de vitamina A sufren el riesgo de infecciones, y muchos de ellos están condenados a sufrir ceguera nocturna. La carencia de vitamina A se puede reducir al comer alimentos ricos en vitamina A o beta-caroteno (una forma de vitamina A que se encuentra en las plantas), consumiendo alimentos fortificados con esos micronutrientes, o ingiriendo suplementos de vitamina A.
Para contrarrestar el problema, científicos fortificaron el arroz con vitamina A, obteniendo el visto bueno del gobierno para las pruebas y la posible comercialización en cinco años. El arroz dorado es un nuevo tipo de arroz que se está desarrollando para combatir la deficiencia de vitamina A. Su grano contiene altas cantidades de beta-caroteno, el cual es un nutriente que se encuentra en muchas frutas y verduras como la papaya y la zanahoria, dándole al arroz dorado su color amarillo-anaranjado, y es utilizado por el cuerpo humano para producir vitamina A.
El concepto y el impulso para el desarrollo del arroz dorado provino del profesor Ingo Potrykus, quién entonces pertenecía al Instituto de Ciencias Vegetales del Instituto Federal Suizo de Tecnología en Zurich, y del Dr. Peter Beyer de la Universidad de Freiburg en Alemania.
En 1999, lograron pruebas de concepto de que el arroz dorado se podría hacer. Potrykus y Beyer pensaron en utilizar los avances científicos para el beneficio de los agricultores, sin cargo por la tecnología, si ellos se involucraban en cultivar el arroz dorado.
Entre 2000 y 2005, trabajaron en el desarrollo del producto, y a su vez científicos de Syngenta, una empresa suiza, llevaron a cabo pruebas de laboratorio adicionales e investigaciones de campo e invernadero, contribuyendo a elevar los niveles de beta-caroteno en el arroz dorado.
En 2005, los científicos desarrollaron nuevas líneas de arroz dorado que producían 23 veces más beta-caroteno que el prototipo de arroz dorado generado en 1999. Las últimas líneas de arroz dorado se desarrollaron usando una combinación de métodos de modificación genética y técnicas “convencionales” de mejoramiento vegetal. Estas nuevas líneas contienen genes de maíz y genes de otras fuentes, que en conjunto producen beta-caroteno.
En la actualidad, los investigadores que trabajan en el arroz dorado se centran en tres áreas: i) determinar sus beneficios nutricionales; ii) mejorar las variedades de arroz dorado para adaptarla a distintos ambientes, y; iii) la realización de estudios regulatorios para evaluar la inocuidad de la variedad.
El Instituto de Investigación del Arroz de Filipinas también está trabajando sobre el uso de los avances en el arroz dorado para generar una variedad local de arroz (PSB Rc82) productora de beta-caroteno.

Tomado y adaptado de:
http://greenbio.checkbiotech.org/news/philippines_first_grow_vitamin_a_fortified_golden_rice

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