Derribando Mitos

El mito de que el maíz transgénico no es sustancialmente equivalente al maíz convencional

Según los resultados de una investigación del grupo Séralini, el maíz transgénico NK603 no es sustancialmente equivalente a su homólogo tradicional, por lo que se considera que es necesario realizar evaluaciones más exhaustivas y a largo plazo sobre la seguridad que ofrecen los alimentos transgénicos. Los datos del estudio han sido cuestionados y criticados, considerándose que existen diversos errores en los procedimientos científicos utilizados.

Hasta la fecha, la aprobación de los alimentos modificados genéticamente se ha basado en el principio de equivalencia sustancial, es decir, un alimento modificado genéticamente es seguro cuando es equivalente en composición y características nutricionales a un alimento tradicional. Sin embargo, una nueva investigación del cuestionado grupo científico de Séralini concluye que el evento de maíz transgénico NK603 no es sustancialmente equivalente al maíz homólogo tradicional.

Los investigadores del Kings College de Londres (Reino Unido) afirman que existen diferencias significativas entre el maíz transgénico y su homólogo tradicional, apuntando que se aprecia “un aumento de la putrescina y especialmente la cadaverina”, sustancias potencialmente tóxicas que potencian los efectos de la histamina, provocando el aumento de las reacciones alérgicas.

Los resultados de la investigación no son compartidos por otros expertos, ya que no existe un acuerdo común sobre lo que significa equivalencia sustancial, así como lo que constituye un elemento de comparación adecuado para llevar a cabo las pruebas oportunas. Además, se considera que se pueden malinterpretar los resultados obtenidos, debido a una serie de problemas en el diseño de la investigación, existiendo factores de confusión que complican los análisis realizados.

Hay por ejemplo errores en los datos de los dos tipos de cultivos que corresponden a años diferentes y, sin embargo, se fusionaron inexplicablemente antes de iniciar el análisis, no se ha tenido en cuenta la variabilidad de la zona de cultivo, habiéndose realizado el estudio en un único lugar y sin ninguna réplica biológica en otras zonas de cultivo, no existe evidencia de la presencia y niveles de diferentes tipos de hongos que afectan a los cultivos, algo que podría confundir los datos obtenidos, etc.

Otros expertos apuntan a que el análisis sólo hace hincapié en la insuficiencia del principio de equivalencia sustancial. ¿Qué grado de equivalencia es necesario? Si se realiza un análisis detallado de cualquier cultivo se podrán detectar diferencias, sea por haber sufrido el ataque de una plaga o por haber sido tratados con diferentes tipos de productos fitosanitarios, entre otras cuestiones. Cualquier organismo reacciona y genera una respuesta que puede ser detectada por las pruebas científicas actuales e interpretarse como una diferencia. Todo influye, la zona de cultivo, el estrés por sequía, los tratamientos que recibe la cosecha, los ataques de plagas, etc. Si por estas cuestiones los alimentos transgénicos deberían ser prohibidos, sufrirían las mismas consecuencias los alimentos tradicionales que también tienen este tipo de problemas.

El estudio se ha cuestionado y se considera que no se puede asegurar cuál es el origen de las diferencias encontradas, en resumen, no se han seguido los principios básicos de un diseño experimental y por ello se solicitan más datos de la investigación realizada.

Para un análisis detallado de una científica de la UC Davis con una crítica al estudio:
http://biobeef.faculty.ucdavis.edu/2017/01/03/i_would_appreciate_your_comments/

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