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Con biotecnología científicos mexicanos mejoran uso de fertilizantes en cultivos

Un grupo de científicos del Cinvestav-Langebio en Iraputao, México, han modificado genéticamente plantas que pueden hacer un uso eficiente de fertilizante fosforado y disminuir el uso de fitosanitarios.

En 2012, la científica Damar López Arredondo concluyó su doctorado en Biotecnología de Plantas e Ingeniería Genética del Langebio-Cinvestav. Fue un año en el que además se le reconoció como la Innovadora del Año en los Premios TR35 de la revista Technology Review, del MIT, por su trabajo en el desarrollo de cultivos genéticamente modificados para optimizar el uso de fertilizantes. Desde entonces, y bajo la tutoría del investigador Luis Herrera Estrella, gestó StelaGenomics, una empresa biotecnológica donde funge como directora de investigación científica.

StelaGenomics se desarrolló en el seno del Laboratorio Nacional de Genómica para la Biodiversidad (Langebio), pero su origen fue el mismo proyecto de tesis de doctorado de Damar López Arredondo, quien se graduó en 2012 de esta institución, adscrita al Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav). Actualmente, la científica es la directora de investigación científica de la empresa.

La especialista relata que si bien su objetivo era alcanzar el grado de doctora, hacer investigación biotecnológica y publicar sus resultados en revistas científicas, desde que inició esta etapa de su formación profesional vislumbró que el potencial del área podía trascender más allá del sector académico.

“Se trataba de una tecnología que podíamos desarrollar científicos mexicanos en un centro de investigación que impactaría en México y otros países. Un grupo de estudiantes e investigadores, encabezados por Luis Herrera Estrella, pensamos que tendríamos que buscar la forma de sacarla al mercado mediante el impulso de una empresa que coadyuvara a disminuir la dependencia tecnológica que tenemos en esta área”, apunta Damar López en entrevista.

La ganadora del Premio TR35 en 2012, otorgado por la revista Technology Review del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), refiere que StelaGenomics es una empresa que desarrolla tecnología para mejorar la eficiencia agrícola mediante la modificación genética, que permite a las plantas hacer un uso eficiente del fertilizante fosforado.

“Naturalmente se utiliza el fosfato como fuente de fósforo para los cultivos, pero con  las modificaciones genéticas que llevamos a cabo hacemos que el organismo use fosfito, una fuente químicamente diferente, lo cual ofrece muchas ventajas”. Este proceso, añade, permite ahorrar hasta el 50 por ciento de los fertilizantes y herbicidas empleados regularmente con el fosfato.

Esto se debe a que con la modificación la planta no sólo emplea más eficientemente el fósforo, sino que emplearlo como fertilizante en el campo representa una fuente de alimento sólo para ésta y no para otras plantas como malezas que pueden provocar la pérdida del cultivo o bajar sus rendimientos de manera dramática.

“Con esta tecnología logramos dos cosas: tener un uso más eficiente del fósforo como nutriente y evitar el crecimiento de malezas. Esto evita el empleo, y por consiguiente ahorro, de fertilizantes y herbicidas, lo cual tiene un impacto importante en el medio ambiente porque disminuye la cantidad de estos agroquímicos que llegan a las aguas agrícolas de descarga y el impacto negativo que provocan en la biodiversidad del campo”.

Entre los cultivos en los que han trabajado y logrado mayores avances se encuentra el algodón, no obstante, también han tenido desarrollos importantes en soya y continúan las investigaciones en maíz y caña de azúcar. Pero la empresa está incursionando además en un nuevo campo interesante, en el desarrollo de sistemas más eficientes para el cultivo de microalgas, las cuales se emplean para producir pigmentos, proteínas y lípidos de valor agregado, entre otros.

Para este tipo de proyectos, puntualiza, StelaGenomics se ha asociado con diferentes  centros de investigación de México y otros países, pero también ha establecido relaciones técnico-comerciales con empresas, universidades y los mismos centros de investigación que promueven sus propias empresas biotecnológicas.

“Una de estas vinculaciones ha sido con Cotton Inc y la Universidad de Texas A&M, de Estados Unidos, para el desarrollo de variedades comerciales de algodón con nuestra tecnología de empleo de fosfito”. Añade además que StelaGenomics se encuentra en negociaciones con fondos de inversión en el país, así como en Brasil y Argentina, donde también tiene planes para establecer subsidiarias.

En sus inicios, la empresa obtuvo capital para desarrollarse gracias al interés de inversionistas mexicanos contactados por Herrera Estrella, quienes, apunta la científica, entendieron desde un inicio el alcance de la tecnología. Eso ha favorecido que la empresa cuente con recursos para desarrollarse, contratar personal, adquirir equipo y definir sus diferentes áreas.

Inversión

Como en toda empresa, puntualiza López Arredondo, hay muchos retos que enfrentar desde su propio surgimiento. Sin embargo, las empresas biotecnológicas como StelaGenomics tienen otros retos más difíciles de solventar. “Se requiere de una inversión alta porque todos los proyectos se basan en investigación y desarrollo, así como en tener recursos humanos calificados y el equipo para hacerlo”.

Otra complicación que limita el proceso para desarrollar el sector, añade, son las complejidades para seguir regulaciones y normas para experimentar en laboratorios o invernaderos y obtener la información necesaria sobre los organismos con los que trabajan.

Un reto más, enfatiza, es el mantenimiento del control de la propiedad industrial de la biotecnología, puesto que se requiere llevar a cabo una vigilancia tecnológica  constante, invertir y tener un despacho de abogados que ayuden a protegerlo. “Son los retos que enfrentamos, pero afortunadamente hemos conformado un grupo completo en la parte científica y de negocios, que permite desarrollar la empresa de forma sólida y avanzar hacia su consolidación”.

“Decidir emprender un proyecto de este tipo es difícil, pero cuando te das cuenta que además es innovador y permite enriquecer tu formación profesional y personal, lo haces y ya no puedes detenerte, sino continuar y esforzarte para que sea exitoso”.

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